e-proyectos, 2001
Cabe sostener que la democracia representativa tiene un mecanismo incorporado que socava sus propios cimientos. Por lo general se entiende que una democracia que funciona bien está basada en debates y negociaciones entre partidos políticos diferentes. Sin embargo, si una coalición de partidos consigue la mayoría absoluta en el parlamento, ya no tiene que debatir ni negociar nada. Las coaliciones pueden aprobar sin más todas las leyes que quieran sin incluir a los partidos que no estén de acuerdo con esas mismas leyes que se están debatiendo. Tal era la situación política en la Comunidad Valenciana en torno al año 2001 y uno de los ámbitos donde todo esto se manifestaba más claramente era el terreno cultural. Se encargaron proyectos espectaculares para promocionar la Comunidad (también entre sus propios ciudadanos) y crear la idea de que Valencia se estaba abriendo paso y se convertía en vanguardia en el campo de la nueva economía de la experiencia. En realidad, estos proyectos eran el resultado de fraudes, nepotismo y malas decisiones y causaron déficits enormes. E-valencia.org es una reacción a esta situación bajo la forma de una plataforma digital que anima y permite que el público discuta la política cultural de la región. Además, la identidad de los participantes se borra de forma automática del servidor en el mismo momento en que se publican sus comentarios, lo cual hace imposible que las autoridades les identifiquen. De esta manera, se dota a la población local de un mecanismo para discutir abiertamente la política cultural sin temor a represalias individuales o profesionales. Se trata de un mecanismo radical, pero cuando la democracia ya no es democrática es preciso aplicar métodos alternativos para garantizarla. TTTP produjo más tarde plataformas parecidas para Madrid, Barcelona y Sevilla. e-valencia.org apareció en un número de la revista Mono editado por Daniel G. Andújar.