Armed Citizen, 1998-2006
Las cuestiones relativas al acceso son centrales a la hora de tener en cuenta Internet como nuevo espacio de libertad. Se critica al gobierno chino cuando bloquea determinadas páginas web y se celebra en todo el mundo que activistas de Oriente Próximo puedan compartir sus vídeos en redes sociales como Facebook. La mayoría de las personas coincidirán probablemente en que el acceso a bienes materiales a través de los sistemas de compra por Internet no sólo es más barato, sino que también resulta más fácil que ir al centro comercial. Armed Citizen [Ciudadano armado] consta de una serie de imágenes de 100 pistolas que pueden comprarse por Internet tan fácilmente como los otros millones de productos de consumo que la red pone a disposición del usuario. Las imágenes no dan ninguna información sobre las pistolas, ni el tipo, el precio o dónde pueden comprarse. Simplemente las presentan una tras otra como objetos de deseo a los que da acceso la nueva economía de transacciones digitalizadas en red. Los “ciudadanos armados” a los que alude el título de la obra son, con independencia del motivo por el que compren su arma, producto de la lógica comercial inscrita en la cultura contemporánea del acceso. La obra refleja, por otro lado, el relajamiento general de las restricciones impuestas al control de armas, cuya manifestación más trágica puede verse en los tiroteos que se han producido en varios colegios tanto en Europa como en Estados Unidos. El principal argumento a favor de una legislación más indulgente sobre armas es la necesidad de protección personal, pero una y otra vez se ha demostrado que este objeto que ofrece seguridad conduce fundamentalmente a un aumento de la violencia y del número de muertes.