Cuando en el pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937 se presentó el recién terminado Guernica, de Pablo Picasso, no muchos visitantes se acercaron a ver su infernal retrato de la Guerra Civil española en curso. En lugar de ello, el interés se concentró en los pabellones alemán y ruso y en su propaganda nazi y comunista. En la actualidad, es bien sabido que estas ideologías políticas estuvieron directamente implicadas en la destrucción atroz que el cuadro representa, a la par que el Guernica se ha convertido en una de las obras de arte más conocidas del mundo y está canonizado como declaración fundamental sobre los peligros de la ideología política. Guernica 1937 es una discusión acerca del cuadro, la Exposición Universal y sus contextos históricos y políticos. A través de material documental presentado en varias vitrinas y de una proyección de imágenes relacionadas con la Exposición Universal, la instalación invita al público a reconsiderar abierta y críticamente el evento. Aborda el ejemplo específico del Guernica, pero también fomenta la reflexión sobre la cuestión más general de cómo la recepción de las obras de arte está enmarcada y mediada por circunstancias externas. Por otro lado, recuerda al público la violencia que la propaganda política disfraza con demasiada frecuencia a través de sus mecanismos de seducción y la importancia del arte como medio de exponer (como el Guernica) esta violencia.